domingo, 11 de diciembre de 2011

Saúl Ibargoyen y la obra El Torturador en el contexto de las nuevas escrituras mexicanas Por Marcos García Caballero

Saúl Ibargoyen y la obra El Torturador en el contexto de las nuevas escrituras mexicanas

Por Marcos García Caballero
Febrero 2011

En el número 227 de la revista Quién (29 de Octubre de 2010) aparece una sugestiva lista de los “50 personajes que mueven a México”. Lo mejor de esta lista o, por lo menos para los registros que se pretenden en este ensayo, es que: El número dos en cuanto a importancia de los personajes que aparecen es un escritor: Carlos Fuentes. En el cuatro está José Emilio Pacheco. En el diez, el historiador, escritor y director de Letras Libres, Enrique Krauze; en el número veintidós está un guionista que ha escrito novelas y libros de cuentos: Guillermo Arriaga. El lugar veintinueve lo ocupa Elena Poniatowska. Hay que aclarar que no es una revista que tenga acento en la literatura y que es más parecida a una revista para ser hojeada en un consultorio médico o que, dicha sea la verdad, todos estos escritores son cubiertos por los fenómenos mediáticos y que tal vez la verdad es que México sea el que los mueve a ellos y no al revés, pero es innegable el valor de sus trayectorias no sólo dentro sino fuera de México.
Ahora que si la pregunta fuera por quiénes son los cincuenta escritores que mueven a México, es seguro que podríamos barajar muchos nombres con certeza y creo, muchos de ellos con unanimidad.
Yo apuesto que en una lista así tendría que estar el nombre de Saúl Ibargoyen, escritor uruguayo-mexicano con un poco más de 30 años de trabajo activo en nuestro país.
Este año que acaba de concluir, Ibargoyen lo terminó con una gira de estudio y presentaciones de sus trabajos en Buenos Aires, Quito y otras ciudades del Cono Sur, además de que bajo ediciones EÓN publicó su última novela: El Torturador.
Antes de hacer un abordaje de análisis de la obra, no podemos olvidar mencionar que Ibargoyen sacó su poesía édita, que comprende desde 1956 hasta el año 2000, en un libro con el título de El Poeta y Yo, que es un amplio volumen cuya selección y presentación estuvo a cargo de Hugo Giovanetti Viola, estudioso de la obra de Ibargoyen. Saúl además durante mucho tiempo fue maestro en La Escuela Mexicana de Escritores de la SOGEM, además de que bajo el mismo sello de EÓN editorial se publicaron sus libros: Toda la tierra (novela) y Cuento a Cuento (relatos completos) y su poemario El escriba de pie, (edición de editorial Tintanueva) el cual mereció el Premio Nacional “Carlos Pellicer” en su edición del año 2002. Agréguense ensayos, entrevistas, artículos, poemas sueltos en la mayoría de las revistas literarias y periódicos importantes del país.
El volumen de El Poeta y yo por su extensión y por sus resoluciones poéticas, que abarcan cuarenta y cuatro años de madurez, perseverancia y fe en la poesía, merecería un ensayo completo aparte. Por el momento nos basta decir que El Poeta y Yo con el paso del tiempo se verá cada vez más como referencia obligada, tanto para estudiantes de Letras como para escritores en activo y poetas primerizos, es una obra enorme en todos los sentidos. Juan Gelman y Eduardo Milán (otro gran poeta de origen uruguayo entre nosotros) han celebrado sin ambages la poesía de Saúl Ibargoyen, quien, por supuesto, también perteneció al grupo de escritores de Latinoamérica y el Sur de Estados Unidos que en los años sesenta del XX formaron parte de El Corno Emplumado (hay que recordar que Julio Cortázar, ya con toda la fama y autoridad moral que tenía en ese momento, felicitaba y veía con muy buenos ojos las creaciones de lo que iniciaron Margaret Randall y Sergio Mondragón, que, finalmente, con la represión del tlatelolcazo el 2 de octubre de 1968 y que continuó posteriormente, terminó por hacer desaparecer a la revista).
Principalmente poeta, Saúl Ibargoyen maneja la prosa de largo aliento y el relato sin el famoso “desastre” que ocurre —según decía Augusto Monterroso—, cuando el poeta decide narrar. Saúl Ibargoyen logra ambas cosas con veracidad total y, además, en su prosa no se puede dejar de advertir y sentir el peso de la palabra que significa, por supuesto, que nuestro narrador es un gran poeta. Un rasgo característico de su prosa (algo que también ha mencionado Hugo Giovanetti Viola) es su tendencia hacia visiones escatológicas y muy lejos del tipo de edificaciones “estetizantes”. Ibargoyen nos confronta en su poesía hacia observar la necia oligofrenia del mundo y la obscenidad del ser humano cuando éste se comporta como perro. Y, si esto es así, Saúl no lo sabe de oídas: a su obra han de agregarse sus denuncias sobre los abusos de tortura en su país de origen y de México… Pues… ¿la verdad qué esperaban?
Lo primero que salta a la vista al leer al Ibargoyen narrador es su construcción maestra de un slang violento en la urdimbre del texto y entre el habla de los personajes, que no es un slang propiamente extraído de la calle o de los barrios bajos de las zonas urbanas de un país como México, pero que (y he ahí una de sus genialidades en cuanto a innovación estilística) inmediatamente nos es identificable, es un slang que Ibargoyen ha pulido en su expresión y en su decir y ese slang nos toca, se nos acerca como un filo, es parte de nosotros aunque de él no tengamos la experiencia real en estricto sentido, es un logro de poeta: esa vivencia del slang puesto al servicio de la literatura es la mejor arma del Saúl narrador en El Torturador que sacó de las quintaesencias del lenguaje violento de “un país que está a medio camino entre Uruguay y México” pero que definitivamente es parte de nuestra historia. Seríamos necios si no nos reconociéramos en ésta nueva novela suya, que apuesto, está todavía por verse su impacto en las letras mexicanas.
El Torturador narra, y tiene como personaje central a Escipión Carrasco, alias “el Machito”, alias el agente SSS007, quien terminará torturándolo todo, inclusive así mismo. Es “un hijo sin madre” identificable, no hay registro alguno de quién fue su progenitora en ningún lado; existió su padre, quien fue su primer torturador y en un enfrentamiento, pero amoroso, el padre muere; después y por medio de ese slang recorriendo toda la narración, se irá conformando la historia y saldrán toda una caterra de personajes: “los juanes”, el Coronel Dunviro, el Presidente del Estado Mesoriental, etcétera.
Saúl Ibargoyen es de los maestros que gustan recordar siempre la importancia del primer poema reconocido a nivel mundial de la humanidad: Gilgamesh, (en La Escuela de Escritores de la SOGEM donde me dio clase en el año 2000 ya lo hacía con vehemencia) poema que como se sabe, es un recorrido onírico y un viaje al mundo de los muertos que hacen Gilgamesh y su amigo Enkidú para encontrar el secreto de la inmortalidad. Según una entrevista que dio a Alejandra Silva Lomelí de El Sol de México, en donde la periodista arroja la pregunta desde el título mismo de su trabajo: “El Torturador: ¿novela polifónica?”
Pregunta Silva Lomelí:

El personaje principal de tu novela, Escipión Carrasco, es un incompleto de sí mismo, según tu misma definición. Carece de todo, incluso de una identidad inicial. Él tiene que forjarla solo, y en gran parte lo hace a través de sus sueños, que son catárticos y reveladores. ¿Nos puedes hablar sobre lo onírico en tu novela? ¿Cómo forman ha personalidad de Escipión?

Saúl Ibargoyan responde:

“Los sueños son viejo asunto en todas las culturas. Basta recordar el Poema de Gilgamesh. En cuanto a Escipión, ese ámbito pesadillesco que lo acosa tiene origen, sin duda, en las más que penosas experiencias de vida. En él hay un torturador activo hacia los otros y uno físicamente pasivo hacia sí mismo. Esas pesadillas, producto de lo cotidiano y de la ausencia materna, a más de las carencias de la pobreza, generan más pesadillas que, de algún modo, se trasladan a la brutal vigilia que el personaje habita. Su propia imaginación puede ser interpretada como un mal sueño permanente. Escipión, en parte, es resultado de esos revoltijos oníricos...”

Todos sabemos de la maestría polifónica en las novelas de Milan Kundera, pero éste asunto no va por ahí. El discurso narrativo de El Torturador sería novela polifónica al estilo de esas mezclas de habla más bien, de La Habana en Tres Tristes Tigres de Guillermo Cabrera Infante, que también parten de “revoltijos” oníricos nocturnos, pero es dolorosa la experiencia de leer El Torturador y, a pesar del aparente paralelismo entre estas dos obras, la verdad es que son todo lo contrario, pues como el mismo narrador nos recuerda: “la ficción también hiere”. La obra que hizo mundialmente célebre a Cabrera Infante, no es sino una celebración de los ámbitos nocturnos de Cuba bajo el régimen de Batista, pero la verdad es que El Torturador es todo lo contrario o, más exactamente, es el otro lado de la moneda de esa celebración, ya que, en el Estado Mesoriental donde se desarrolla la novela, casi podemos ver, en la figura y el contexto de Escipión Carrasco, toda la historia de impotencia, desgarramientos, caos y devastación en nuestros países de América Latina en el siglo dos XX, cuando des`e el poder, “la voz, agria de hipocresía, proclama que lo primero es el orden”, según dice uno de los poemas de protesta de Efraín Huerta.
Como lo sabemos todos los escritores mexicanos, los editores de libros, de revistas y suplementos culturales (toda publicación sobre las letras que se precie no puede nunca estar fuera de estos debates, encuestas y cuestiones) y demás gente cercana a los libros, en su número de abril de 2007 la revista NEXOS hizo una encuesta llamada “Las mejores novelas mexicanas de los últimos 30 años”. Yo creo que en el año 2020 se volverá a convocar a ciertos votantes exclusivos para otra encuesta que seguramente causará polémica y será llamada quizá: “Las mejores novelas mexicanas en las primeras dos décadas del siglo XXI”. Ojo: en ese entonces ya Carlos Fuentes, como figura y su gran conocimiento de los distintos Méxicos que somos, significará otra cosa para todos nosotros. De hecho, Ibargoyen arriesga mucho más que Fuentes en términos de novela política. La Voluntad y la Fortuna de Fuentes, por ejemplo, con todo y sus 552 páginas densas y espesas, palidece ante el verdadero horror de El Torturador y la maestría de su inquiatante final in crescendo. El Torturador va a estar en esa lista que seguro vendrá y quizá entre los diez primeros. Por su contundencia, su innovación estilística, su ironía amarga de triunfo pírrico, las carcajadas de borrachera que provoca, (¡no por otra cosa sino porque está escrita siempre desde el punto de vista del narrador que no deja descansar a nadie: ni a los personajes ni al lector, todos sufren y todos tenemos qué hacer catarsis ante El Torturador!) la solidez brillante de la historia en sí y por sí misma, así debería de ser. A éstas alturas todos sabemos ya qué es lo mejor de Jorge Volpi en su novelística (En busca de Klingsor), de Juan Villoro (sus recopilaciones de ensayos y la novela El Testigo), de Enrique Serna (El Seductor de la Patria), de Gerardo de la Torre (Su obra de cuentos y Ensayo General), de Guillermo Samperio (La Antología que le publicó Alfaguara) etc...
Abro un libro de ensayos críticos reciente de Geney Beltrán Félix (2009, publicado por la UNAM) cuyo trabajo es notable y ha sido muy comentado en el periodismo escrito: El Sueño no es un Refugio sino un Arma y leo: “¿para quién se escribe? ¿No es aterrador que el diálogo intelectual fuera del círculo literario sea casi nulo? [...] ¿La literatura va a quedar relegada sólo al cubículo universitario del doctor en letras? (pp. 75-76). El ya mencionado Cabrera Infante declaró en el Prefacio a la cuarta edición de Así en la Paz Como en la Guerra (1960) que un amigo suyo le había dicho: “cuando un escritor tiene un público es hora de que comience a escribir para él”. No concuerdo totalmente con las preguntas de Geney Beltrán. No creo que ni él mismo las acepte. Pero reconozco que me obligan a meditar, a volver sobre preguntas mías que ya creía resueltas y replantear la idea o, más bien, ese conjunto de ideas, referidas claro, a “la inmensa minoría” del público que tienen los libros y la literatura.
Una cosa sí es segura: El Torturador no es una novela hecha para escritores y periodistas solamente; es para todo lector, toda lectora, porque ese espacio narrativo “a medio camino entre Uruguay y México” del siglo pasado nos es dolorosamente próximo: Lomas Taurinas, Chiapas, Acteal, Tlatelolco, Oaxaca, el cura pedófilo Marcial Maciel, los filósofos marxistas Bolívar Echeverría y Adolfo Sánchez Vásquez, los jóvenes emos, el ejército en las calles y la tortura misma (Ibargoyen se adelantó a Presunto Culpable, el documental de moda) ¿No son todas esas cosas, acontecimientos, lugares, nombres, repito (y la lista verdadera es más larga) no nos son definitivamente próximos y nuestros? Son nombres, lugares y cosas que han surgido por la tortura, por nuestra tortura.

jueves, 21 de julio de 2011

Luto entre promotores por la muerte de "El Mane", José Manuel Vargas Reynoso, fundador y presidente de la Barra Nacional de Promotores Culturales 3d2




Luto e indignación entre los promotores culturales por el cobarde asesinato de El Mane.


El promotor cultural, fundador y presidente de la Barra Nacional de Promotores Culturales 3d2, "El Mane", José Manuel Vargas Reynoso, fue muerto por unos asaltantes en Cuernavaca, Morelos, México, la noche del pasado sábado 9 de julio.
La indignación entre promotores y artistas no se ha hecho esperar por una muerte más de la violencia que vive este país pero sobre todo por el asesinato de alguien que bregaba por la cultura como arma en contra de esa violencia.

martes, 5 de julio de 2011

Peri Labeyrie nos cuenta del Encuentro 3.Abr.11

Peri Labeyrie nos cuenta del Encuentro



La unidad es la variedad, y la variedad en la unidad es la ley suprema del universo.



Isaac Newton




Hace pocos días, tuve el privilegio de asistir invitada y adherir como fotógrafa al 3er. Encuentro Latinoamericano de Escritores que tuvo lugar en México --en distintas localidades del Estado de Hidalgo --, organizado por la escritora mexicana María Cristina de la Concha Ortiz, presidenta de la ULatE (Unión Latinoamericana de Escritores). Además de lo interdisciplinario, siempre enriquecedor, para mí fue increíble el contacto y convivencia con importantes personalidades de las letras mexicanas y de otros países como El Salvador, Colombia, Brasil, Perú, Venezuela, Estados Unidos, Argentina.
Asomarme al mundo de las letras, la dinámica de sus intercambios, lo festivo de tantos amigos reencontrándose y reescribiendo una historia en común, hicieron de estos días, una experiencia fascinante por lo diversa, intensa e inesperada.
Capítulo aparte, fue la articulación paralela con el 6to. Equinoccio Enlace Huacalpalli 2011, con su Encuentro Indígena, donde las expectativas quedaron superadas por la maravilla de compartir el viejo ritual al pie de la pirámide de Huapalcalco (recuperada hace pocos años ), el colorido de las danzas rituales, la fortaleza de sus líderes dando batalla, fundamentalmente, para el reconocimiento y defensa de todo el movimiento de pueblos originarios mexicanos.
Por eso, en todo lo vivido, me pareció ver y sentir un México, dando lección al resto de países de la Región acerca de cómo enorgullecerse por un pasado que está vivo y habita no sólo en museos y bibliotecas,donde la diversidad es mucho más que un discurso político de ocasión, sino que desborda y emerge en cada manifestación de una realidad tan rica como inabarcable, por lo multicultural, multilingüística y plurireligiosa.
Sin grandes enunciados ni discursos, aunque con lo más auténtico de lo producido por poetas, relatores, narradores, entre otros, participamos privilegiadamente, de un esperanzador momento, que abre, quizás, nuevas instancias de intercambio en el seno de la llamada “Patria Grande”.
Si es cierto aquello que Borges decía… “pensar es olvidar diferencias”, México con su 3er. Encuentro Latinoamericano de Escritores, y demás eventos paralelos, pensó y puso sobre el tapete las diferencias y nos maravilló con ellas. Lo hizo generosamente, con voluntad de sumar a la construcción de una visión compartida.

Peri Labeyrie
Fotógrafa y Productora de TV
Córdoba – Argentina

domingo, 17 de abril de 2011

HIDALGO EN EL ALMA, 3er Encuentro Latinoamericano de Escritores Tulancingo 2011, por Bella Clara Ventura

HIDALGO EN EL ALMA



por Bella Clara Ventura




Al aterrizar el paso bienhadado en Bogotá después de tenerlo regado por el hermoso México, que se le « encorazona » en el alma a unos y a otros, me detengo con la mirada puesta sobre mi pisada por el Estado de Hidalgo. Sin duda fue andanza feliz y ampliada en dimensión humana gracias a los compañeros que se hicieron a la misma aventura de estar reunidos en el Gran Encuentro Indígena Literario Latinoamericano, del 18 al 25 de Marzo, del que formó parte el III encuentro Latinoamericano de Escritores, que terminó con una maravillosa sorpresa en el Valle del Mezquital. Sitio de clausura del evento bajo la magia del Atlante que se enroscó en el pasado y nos hizo saber de su cultura. Todo ello me salpicó la sensibilidad de vivencias que aún no digiero bien pues son tantas y tan buenas que falta tiempo para elaborar contenidos y conclusiones, pero de a poco iré decantando lo experimentado desde unas vísceras abiertas al conocimiento y a los verbos dar y recibir. Hicieron de su acción un manantial de posibilidades en el proceso de entrega sin ningún tipo de prejuicios.


Bajo la generosa presidencia de María Cristina de la Concha, innegable Quijota de las letras y la cultura en general, se llevó a cabo este andar de hidalgos, que fuimos todos al convertirnos en hidalguenses por una semana de luna llena y de soles naranjas. Desde el DF, lugar de inicio del periplo literario, fuimos conducidos por un excelente conductor y amigo, José Luis, en una “van” a Pachuca, capital del estado de Hidalgo, donde nos recibieron con honores y aplausos. En un salón se dio la buena intención de conocernos entre nosotros, ya que éramos 13 internacionales de diversos países como: Argentina, Brasil, Colombia, El Salvador, Perú, USA, Venezuela y por supuesto varios escritores de México. Abanico de nacionalidades se dieron cita para encontrar en la voz literaria un llamado a la paz y cordura del mundo, pasando por la sabiduría indígena que conoce de cerca las reglas y leyes de la Naturaleza con sus furias cuando el hombre abusa de ella.


Pachuca con su plaza monumental y el reloj, símbolo que la habita abrió sus sonrisas a nuestra arribo para dejar en sus bancos y habitantes el bouquet de nuestra palabra. En la Fundación Arturo Herrera Cabañas se estableció el cruce de atisbos del alma entre todos los participantes bajo el manto del verso alado que nos cobijó durante toda la tercera semana de Marzo.


En lo personal tuve una vivencia fuera de lo común, ya que el director de la fundación informó a título de cultura general que también en dicha capital existía una comunidad judía, se me dijo judía-indígena. Me pudo la curiosidad por ir tras las raíces y hacerme a un conocimiento adicional. Conocer de cerca la historia de esos judíos que se establecieron con hidalguía en Hidalgo siglos atrás, me indujo a perseguirlos como tesoro bendito. Como no encontré quien tuviera el mismo interés en el tema, tomé un taxi sola, tal vez solamente con mis demonios y ángeles interiores, hacia Venta Prieta, una colonia en Pachuca retirada del centro. Suelo « tirarme al ruedo », sin temor a las consecuencias cuando algún llamado especial me hace dirigir los pinitos hacia otras orillas donde quizá me nutra de otra manera, como fue el caso de mi “pesca milagrosa”. Hice como Sherlock Holmes a la caza de su presa, iba sin más indicación que la de una comunidad judía en Venta Prieta. Luego de un trayecto de unos 20 minutos, que me resultaron eternos, al haber sido víctima de sospechosas referencias sobre la seguridad de irme sola con un conductor desconocido (bien sabido es el riesgo que se corre en cualquier parte de mundo sin ser Colombia ni México la excepción), pasamos por varias avenidas y puentes hasta abrazar nuestro destino final: Venta Prieta. Inclusive el taxista me había preguntado: « ¿y por qué anda tan solita? ». Ese tipo de preguntas causan intranquilidad pero me sabía en buena vía para conseguir un hallazgo espiritual, de esos que llevan bendición, o por lo menos un halo diverso que da sosiego. Ya Venta Prieta, el taxista le averiguó a un transeúnte: « ¿por favor, dígame adónde queda la sinagoga ? ». El hombre de facha pueblerina indicó que la iglesia quedaba a tres cuadras más allá y que era una casa azul en una esquina. Hacia ese lugar nos dirigimos convencida que al primer intento daría con algún judío, como si fuera obvia mi búsqueda. Frente a la fachada descrita, toqué a la puerta sin obtener respuesta. Frustrada en intenciones, me dirigí hacia una papelería justo enfrente, y pregunté si alguien estaba en el lugar sagrado, obtuve como contestación que solamente hasta dentro de 4 horas aparecerían los del rezo. Entonces insistí que me orientaran hacia un hogar judío. La vendedora me miró de arriba a abajo como quien se pregunta: ¡qué diablos querrá esta mujer con un cantadito extraño para contactarse con algún judío sin importarle nombre ni dirección del fulano en cuestión! Le sonreí con sonrisa dominguera y plácida. Creo que atisbó en mi rostro la imperiosa necesidad de lograr mi hazaña, y me indicó que a 3 cuadras se hallaba la residencia de Rubén y sus dos hermanos, también con nombres de pila bien judíos. Me fui caminando con el apuro de un paso que no quiere confusión. Ante el portón timbré no sin cierto desespero pues no anhelaba que se me escapara la oportunidad de entrevistarme con judíos del barrio. Una voz inquirió, « ¿quién es? ». Respondí : « soy una colombiana- judía que busca conocer a gente de la comunidad judía de aquí ». Un hombre maduro me hizo seguir hasta el jardín, me devolví para cancelar el importe del taxi, segura de que había dado con el buen paradero de mi odisea. Pagué la carrera y despedí al taxista, quien ya había conseguido otro cliente para fortuna propia. Volví sobre mis pasos, y esta vez me recibió un hombre mayor, sin ser anciano, que me hizo sentir inoportuna. Suplicante le insistí que no podía echar por el suelo el sueño de saber más sobre ellos, y que venía de muy lejos sin rumbo exacto, además que acababa de despachar al chofer y ya no tenía norte en mi mente, sólo el de conseguir hablar con representantes de la comunidad judía de Venta Prieta. Algo inquieto y desconfiado, me hizo saber que para ello era indispensable una cita previa. En ese momento sentí como un puñal en el pecho. Cómo se me iban a esfumar mis ilusiones con una mala cara ante mi llegada. « Lo lamento pero tengo invitados, es shabat, día sagrado y no puedo atenderla », repuso verbalizando su discurso con una actitud poco amable, al contradecir el más elemental de los preceptos del judaísmo, que al extranjero siempre se le recibe bien. Algo me decía que el hombre se traía un guardado en su alma. Le ofrecí disculpas por haber llegado sin previo aviso y contestó con la inteligencia de quien conoce la condición humana, « entonces estamos a la par ». Lo que traduje mentalmente por: si usted es inoportuna y yo un tanto descortés, ¡mis buenos motivos tendré! ». Me sentí despedida y, antes de partir enredada en la frase le supliqué que me informara sobre otra puerta para tocar. Creo que en cierto punto le ablandé el corazón, ya que no me vio mal vestida ni con ínfulas de pedir nada. Suspiró y me dijo ya con aire más amistoso: « siga esta cuadra hacia abajo como 3 calles y pregunte por los Téllez ». Mi búsqueda se basaba en la terquedad de dar con la Historia, cualquiera que fuera su procedencia. Fui de aldabón en aldabón esperando que algún Téllez fuera el indicado, sin obtener resultado. Tras pasar por la presencia tres familias con dicho apellido, que me dijeron ser conversos, al cuarto portón llegué a pegarme al timbre. Sin respuesta. Desilusionada me encaminé hacia la tienda de enfrente, una carnicería. Indagué si en aquella casa amarilla vivía la familia Téllez, y obtuve un sí con la cabeza. Dije: « pero nadie abre ». « Insista que ahí están » fue la contestación de la dependiente. Regresé con los bríos más subidos y dispuesta a jugarme el todo por el todo. La puerta recibió mis palmazos, pero sin eco alguno. Enfurecí el puño y di mayor golpe, hasta que una voz femenina inquirió: « ¿Quién es? ». Leí el tono y comprendí que encubría un concepto, quién se atreve a tocar así. Con voz bajita e indefensa respondí: « soy una judía colombiana que viene a conocerlos ». Entreabrió la puerta y vi a una señora bien vestida con su falda a media pierna y un pañuelo que le cubría la cabeza. Supe de inmediato que estaba frente a una dama religiosa o por lo menos observante de las leyes de Moisés. « Entra », invitó en tono generoso luego de observarme de arriba hacia abajo, como quien detalla el objeto y le da el visto bueno. Depositó la visión de sus ojos inquisidores sobre los míos que se tornaron suplicantes y claros. Le seguí el paso y me encontré en una sala frente a una señora anciana en silla de ruedas pero con la mirada bien firme y atractiva, una joven hermosa con sus ojos sedosos y francos, (quien resultó ser la esposa del rabino y nieta de la anciana), y 3 señoras de mediana edad. Todas me saludaron no sin cierta curiosidad. De inmediato confesé que era colombo-mexicana, por tener madre nacida en Puebla y padre surafricano con ancestros turcos y griegos pero que nunca había vivido en México sino en Colombia. Me hicieron sentir en confianza, brindándome una silla y ofreciéndole a mi paladar viandas kosher, aceptadas con agrado. Y les relaté lo sucedido antes de llegar a ellas. Una lágrima traicionó mi emoción además del esfuerzo, no sin alta dosis de empeño que había tenido que librar para hacerme a la visita inesperada. Escucharon atentamente mi historia, pero yo en realidad iba tras la de ellas. Me contaron que eran de los primeros judíos en llegar a México y que se habían establecido en Hidalgo gracias a la buena fortuna que tuvo esa región y a la bondad de la acogida. Me hablaron de manera soterrada de una bendición que acompañó sus pisadas. El rabino quien se encontraba en reposo en otro cuarto hizo su aparición, y de inmediato sentimos la cercanía de alma. Ya no era una extraña. Me atreví a preguntar dónde estaban los judíos indígenas. Se miraron entre ellos de manera sorpresiva. Y ahí me dijeron: « por ello Rubén no quiso dar declaraciones. Ciertas entrevistas concedidas las tornan escandalosas, tal vez con la idea de vender más sus reportajes pero no con la de hacer justicia a la verdad. No somos indígenas sino puros sefardís llegados desde España a finales del siglo XV », me aclaró la mujer que me había permitido entrar a su hogar. Coincidía con el día del festejo de Purim. Fecha y sitio indicados para hablar de Ester y de la celebración de Purim, conmemoración del pueblo judío por haber obtenido un milagro: su salvación. Yo ya estaba a salvo en manos y miradas amigas, que me devolvieron la seguridad de que cuando se quiere algo con la fuerza del ser, se logran las cosas al precio que sea desde el efecto de la insistencia. Supe de ellos. Se sumaron a los afectos del alma. Y siendo la hora del regreso como prometido, retorné a Pachuca no sin antes recibir las consabidas bendiciones de boca de cada uno.




Teníamos cita en la plaza a las 5pm para dar un recital a sus habitantes. Llegué colmada de un sentimiento espiritual donde refugié un sentido profundo de volver a la dignidad cuando se funde en la ajena. Y fue una experiencia única que me predispuso a pasar una semana de ensueño como fue el caso, ya en contacto con los indígenas, mis otros hermanos, frente a la pirámide en Huapalcalco para recibir en ceremonia de rituales la primavera con danzas, oraciones y ofrendas. Copioso festejo de texturas, movimientos y sentimientos. El ojo acusó el impacto del color, el sabor y sobre todo el celo con que otras civilizaciones aman y respetan la Naturaleza.


Al darle la bienvenida al nuevo equinoccio, algunos compañeros tuvieron la oportunidad de compartir sus textos y dejar en el aire de grutas y rocas tan ancianas como el mundo, el mensaje de paz y amor, origen de la palabra del encuentro. Recibimos de manos de los sabios, el bastón de mando para traer a la tierra de cada uno la responsabilidad de hacer algo por nuestra patria, compromiso que se adquirió en una ceremonia frente al sol y la divinidad del Universo, bajo la promesa de llevar el Bien en todo acto. Para mí, la traída del bastón a Bogotá se vistió de anécdota, ya que sólo por la insistencia de su valor sagrado convencí a los agentes de seguridad que aún con dimensiones no permitidas para el abordaje, era importante traer a Colombia el elemento de mando, que aún guardo y guardaré con el cuidado y la atención con que me fue acordado. Hicimos círculos de luz para mostrar el verdadero Humanismo que debe ser canto diario hacia el semejante, pasando por el filtro de la buena conciencia de cada uno.


Luego en el Claustro de Tulancingo tuvimos la ocasión de escuchar la voz poética y literaria de todos los compañeros, más de 50…. Esos « sin cuenta » que en dimensión arman un ejército de palabras llenas de armas amorosas donde cada sílaba arroja su aporte. Otro ámbito sagrado recibió la fuerza de la metáfora, dejando piedras y monumento con la delicia del verso rodando por las cuatro esquinas de la catedral.


Cada país hizo presencia bajo la figura de su escritor en escuelas para fomentar la lectura y enseñar al estudiantado talleres de poesía además de mostrar un sistema de vida al resaltar el concepto que el escritor o narrador están vivos y atentos a los procesos que circulan por el mundo, como faros de alarma para denunciar aquello que toma rutas adversas o chuecas. La receptividad de las visitas a los planteles resultó gigante ya que es forma viva de llegar al corazón del alumno. María Cristina de la Concha tiene como misión acercar la labor del poeta, novelista, cuentista o ensayista al pecho curioso y ávido de aquellas « semillas » tiernas que son los alumnos, quienes hacen su andar como esponjas al recibir información. Importante dejarles plantado en el alma los conceptos de Humanismo, Paz, Tolerancia, Respeto y Amor. Sentimientos y pensamientos que harán del planeta un vividero mejor, más acorde al cambio de conciencia que se avecina en el ser humano frente a su responsabilidad ante su morada terrenal y su propio cuerpo físico, como respuesta al idilio de cuerpo y alma o del hombre con la Naturaleza.


El valle del Mezquital fue nuestra última parada. Anfitriones fueron el Teatro Cuauhtémoc y la Casa de la Cultura de Ixmiquilpan, además de colegios y universidades con los mismos propósitos de ampliar la sensibilidad tanto artística como humana en cada individuo en su haber dispuesto a recibir otro tipo de enseñanzas más humanísticas, como las ofrecidas por los integrantes que hicieron labor de difundir el arte de la literatura en todos sus aspectos y acercamientos.


Progreso, Mixquiahuala, Actopan, Ajacuba y El Santuario generosas localidades que se hicieron al aplauso frente a los escritores, quienes ya con la cancha del oficio y el sentido de multiplicar ya no los panes sino los conceptos, llegaron a las aulas o los auditorios con las frases en alto y el amor expuesto bajo el embrujo de cada palabra.


En Santiago de Anaya en las Grutas de Xoxafí, los cientos de alumnos de una escuela, escucharon atentamente el eco de la piedra y el tono de cada extranjero con el dejo de cada país, otra vez llenos de oraciones de amor al prójimo dicho con el talento de cada uno y la versatilidad que ofrece el arte de la escritura. Resultó velada mágica con velas encendidas y el vestuario de las niñas urdido de bordados y colores para mostrar la riqueza de la cultura de la zona. Todo invitó a la fantasía del atisbo y el recogimiento en una cueva que permite volver hacia nosotros mismos. Como si fuera la matriz donde el ser se prende del calor y del amor necesarios para vivir.


El jueves 24 de Marzo la Universidad Tecnológica Tula – Tepeji despidió la última presentación de los escritores en un escenario que invitó al clamor del cierre, unido a la voz en un castellano universal que habló de la imaginación como salvación del mundo puesto a la merced del arte en cualquiera de sus formas de expresión y aún más cuando hace uso de la palabra que lo diferencia del animal.


Los vestigios toltecas de la zona arqueológica de Tula con la presencia de los Atlantes fueron escenarios de la clausura ya para despedir a Hidalgo y volver con la nostalgia propia de quien deja y toma algo de vida para sus días futuros, bajo la impresión de haber experimentado momentos de amoroso sortilegio, donde cada participante obtuvo de la estadía en Hidalgo su mejor parte: la esencia de un estado rico en cultura y en apertura hacia los demás al imprimir una visión más amplia y justa en sociedades por venir.


El retorno se hizo con nostalgia. Dolía separarse de tantas personas maravillosas como Ana, Maruca, Franco, Luis, Marisol, Cely, Eliane, Gloria, Peri y tantos otros nombres que llenan el recuerdo de néctar.


Ya en casa con mi madre ciega por motivos de un coagulo en su único ojo bueno, puedo contarle las maravillas de mi permanencia en su terruño de nacimiento para hacerla partícipe de un periplo literario que me deja agradecida con la existencia y con todos aquellos que hicieron posible esta luna de miel con Hidalgo.


Un aplauso cerrado le brindo a María Cristina de la Concha y a Jorge Antonio García por haber pintado en el corazón de cada escritor la hermosura y generosidad de su propio estado: Hidalgo y dibujar a ese México lindo y querido que se reconoce en cada rincón, y que sigue vibrando aún en la distancia cuando regresamos a nuestro lugar de origen, bajo la dulce sensación que el país de los manitos acoge al huésped con un abrazo certero y apapachador; inolvidable a los afectos y al uso de la palabra en bien de las letras que se ordenan para aclamar a México con brillos del alma bajo la sonrisa de cada mañana en esplendor.



Bella Clara Ventura


Poeta y novelista


Colombo- mexicana


martes, 1 de marzo de 2011

GRAN ENCUENTRO Indígena Literario HIDALGO 2011

6º Equinoccio Enlace Huapalcalli 2011

1er Encuentro Indígena Latinoamericano

3er Encuentro Latinoamericano de Escritores

Pachuca Tulancingo Valle del Mezquital

del 18 al 25 de marzo

Organizan:

La Unión Latinoamericana de Escritores ULatE, Consejo Pro Difusión de la Cultura Prehispánica Huapalcalli, A.C., CALIPEDIA, A.C., Culturalcingo, A.C., la Red de Organizaciones Civiles del Estado REDOSC HIDALGO 84, la Red de Mujeres Mexicanas,

en colaboración con

la Academia de Extensión Universitaria y Difusión de la Cultura FES Zaragoza UNAM

con el apoyo de:

el ITSOEH de Mixquiahuala, la Universidad Tecnológica Tula-Tepeji el Depto. de Servicios Regionales Tulancingo, la Coordinación Estatal de Bibliotecas, el Centro Universitario del Oriente de Hidalgo CUOH, la Asociación Mixquiahualense para el Desarrollo Humano, Sector 2 y 3 de Coordinación de Bibliotecas, la Fundación Arturo Herrera Cabañas, las escuelas Belisario Domínguez de Actopan y Alfonso Reyes de Ajacuba, el Colegio Libre Hidalgo, Enlace Ciudadano de Mujeres Indígenas de Sta. Ana Tzacuala In Yólotl y las asociaciones miembros de la REDOSC HIDALGO 84

16 ESCRITORES DE CENTRO Y SUDAMÉRICA EN HIDALGO

La líder indígena brasileña Eliane Potiguara

Gloria Dávila de Perú, Celina Garay, Ana Cuevas Unamuno, Peri Labeyrie, Eduardo Ceballos, Susana Rozar, Franco Gariboldi y Encarnación Anadón de Argentina, el argentino estadounidense Luis Alberto Ambroggio, Marisol Briones de El Salvador, Carlos Pérez Alonso de Nicaragua, Chungtar Chong de Venezuela, Jacinto K’anul de Colombia y Ma. Helena Leal de Brasil

40 escritores de la República Mexicana

Ceremonia Indígena Latinoamericana

Brasil – Perú – México

Por primera vez en México, escritores e indígenas y poetas indígenas se unen para llevar a cabo este Gran Encuentro Indígena Literario del 6º Equinoccio Enlace Huapalcalli 2011, el 1er Encuentro Indígena Latinoamericano y el 3er Encuentro Latinoamericano de Escritores en Pachuca, Tulancingo y el Valle del Mezquital, que iniciarán el viernes 18 de marzo en la capital del estado para concluir el viernes siguiente, 25 de marzo, en Progreso, Hidalgo.

Se dará inicio al 3er Encuentro Latinoamericano de Escritores en Pachuca de Soto, el día 18, con mesas de lectura y una exposición fotográfica de la argentina Peri Labeyrie, para continuar el domingo 20 en Huapalcalco, con el Equinoccio Enlace Huapalcalli 2011 que, además de sus presentaciones tradicionales, se verá enriquecido con la presencia de la Unión Latinoamericana de Escritores la cual, a través de sus representantes, hará una lectura poética en honor a esta importante zona arqueológica.

Sin embargo, lo más significativo del evento Huapalcalli tendrá lugar con la Ceremonia Indígena Latinoamericana Brasil – Perú – Chile – México, que por primera vez en tierra mexica se realizará con la finalidad de establecer lazos de hermandad indígena entre nuestros países latinoamericanos, en la que contaremos con la participación indígena de la brasileña Eliane Potiguara, líder indígena de su país, y de la peruana Gloria Dávila, poetas quienes en su forma autóctona tradicional llevarán a cabo un ritual en sus lenguas con traducción al español, y en reciprocidad los indígenas mexicanos representantes de las diferentes etnias presentes en el Enlace Equinoccio Huapalcalli 2011 realizarán el suyo propio. Una ceremonia que estará llena de emotividad.

Y el lunes 21, se llevará a cabo el 1er Encuentro Indígena Latinoamericano, donde con la representatividad de las etnias indígenas mencionadas tendrán lugar mesas de trabajo en torno a la situación indígena.

Se continuará con mesas de lectura literaria en Tulancingo y el Valle del Mezquital.

Habrá presentaciones de los escritores en instituciones educativas de las diferentes entidades participantes.

Pachuca de Soto, días 18 y 19 de marzo. Al frente de la organización: la Red de Mujeres Mexicanas, A.C. a través de su presidente, Josefina Gómez Arceo.

Valle del Mezquital: Progreso – Mixquiahuala – Actopan – Ajacuba – Santiago de Anaya – Tula, del 22 al 25 de marzo. Al frente de la organización, CALIPEDIA, A.C., a través de su fundador, Jorge Antonio García.

En Tulancingo de Bravo 20, 21 y 22 de marzo. Al frente de la organización, la Unión Latinoamericana de Escritores ULatE y Culturalcingo, A.C., a través de su presidente, Cristina de la Concha.

En Huapalcalco, 20 de marzo. Al frente de la organización, el Consejo Pro Difusión de la Cultura Prehispánica, A.C., a través de la coordinadora de Huapalcalli 2011, Ma. de Jesús Villegas.

En Huapalcalco, 21 de marzo. Al frente de la organización, la Red de Organizaciones Civiles REDOSC HIDALGO 84, a través de su presidente, Jorge Echeverría Merlo.

miércoles, 26 de enero de 2011

Morvoz e Hyper versos presentes en el I Festival de Nuevos Públicos

Morvoz e Hyper versos presentes en el I Festival de Nuevos Públicos 14, 15 y 16 de enero

Miguel Ángel Rodríguez - Jessica Adriana Gómez - Verónica Núñez Abad - Felipe Gaytán - Sergio García Díaz - Blanca Roth - Navarro Arthur - Alan Gore - Jacinto K´anul - Cristina de la Concha - Carlos H. Vázquez - Raymundo Manzanárez - Claudia Irubí Hernández - David H. Rambo - Juan Carlos Valdovinos - Jorge Contreras - Carlos Camaleón































































martes, 4 de enero de 2011

Lectura por la paz. "No nos hagamos inocentes, manifestémonos en contra de la violencia"

Lectura por la paz "No nos hagamos inocentes, manifestémonos en contra de la violencia", se realizó el pasado 28 de diciembre en el Café Bar Brujas de la calle de Bucareli en el centro del D.F. Fotos de Eric Marváz en http://www.tulancingocultural.blogspot.com/.